El reflejo que veo en el espejo
ya murió y yo sigo aquí,
desviviéndome tras el reflejo
de lo que vivió y alguna vez fui.
15 dic 2017
30 sept 2017
...de tu rocío
[plano oscuro]
Las paredes tornándose azules,
se ciernen irremediables sobre mí;
soy una minucia entre cientos de abedúles
oigo voces que me hablan de ti.
Merodean taciturnas las palabras
que sin pensarlo he compartido
con el viento infiel; eres paz
en un campo de guerra baldío.
Tu nombre, que es un recordatorio,
perfora con inclemencia;
este cuerpo que es parte de un purgatorio,
alberga soledad, desgracias y demencia.
Reverbera tu voz, haciendo eco
en este cuarto que dejó de ser mío,
todo lo que haga, aunque sea poco,
ambiciona la garúa de tu rocío.
[plano oscuro]
Las paredes tornándose azules,
se ciernen irremediables sobre mí;
soy una minucia entre cientos de abedúles
oigo voces que me hablan de ti.
Merodean taciturnas las palabras
que sin pensarlo he compartido
con el viento infiel; eres paz
en un campo de guerra baldío.
Tu nombre, que es un recordatorio,
perfora con inclemencia;
este cuerpo que es parte de un purgatorio,
alberga soledad, desgracias y demencia.
Reverbera tu voz, haciendo eco
en este cuarto que dejó de ser mío,
todo lo que haga, aunque sea poco,
ambiciona la garúa de tu rocío.
[plano oscuro]
Estribillo
Una plegaria al sol,
una plegaria a la luna,
negativa en sí bemol,
afirmativa canción de cuna.
Una plegaria al viento,
una plegaria al mar,
por las veces que siento
que odio, cuando sé que debo callar.
una plegaria a la luna,
negativa en sí bemol,
afirmativa canción de cuna.
Una plegaria al viento,
una plegaria al mar,
por las veces que siento
que odio, cuando sé que debo callar.
25 ago 2017
Observo
Observo tus fotografías
y los detalles de tu rostro
reverberan en tus ojos enternecedores,
en tus cabellos cayendo sobre tus sienes,
en tu voz que todo lo envuelve en un eco
de muletillas, de verbos impertérritos,
de canciones que se diluyen en afonías,
en silencios viciosos...
[eres vicio, mi adicción]
Observo tus fotografías
y tu vida me hace frente, golpeándome
con su vivacidad; con los lugares,
con las personas, con las anécdotas,
puedo verte sobresaliendo de la postal,
iluminando las noches oscuras
con tu rostro de ángel terreno
que está aprendiendo a volar...
[vuelas, lejos... muy lejos de mí]
y los detalles de tu rostro
reverberan en tus ojos enternecedores,
en tus cabellos cayendo sobre tus sienes,
en tu voz que todo lo envuelve en un eco
de muletillas, de verbos impertérritos,
de canciones que se diluyen en afonías,
en silencios viciosos...
[eres vicio, mi adicción]
Observo tus fotografías
y tu vida me hace frente, golpeándome
con su vivacidad; con los lugares,
con las personas, con las anécdotas,
puedo verte sobresaliendo de la postal,
iluminando las noches oscuras
con tu rostro de ángel terreno
que está aprendiendo a volar...
[vuelas, lejos... muy lejos de mí]
Te cedo...
Te cedo mi hombro, mi tiempo,
mi espacio, mi viento,
mis ansias, mi cuerpo,
y todo lo que hay en mí, ¡cómo lo siento!
Y no pienses en mis problemas,
en el dolo, las estratagemas
que me afligen y condenan;
se trata de ti y tus dilemas.
Desfógate, y que la desmesura de tu furia
desaparezca la oscuridad de los días
que te atormentan, al dejarme
cobijarte con atención, el devenir de tus faenas.
Te cedo mi hombro, deja afuera el llanto;
el ruido que tu desencanto
hace, cuando rehuye a tu canto
que me arropa... con su manto.
mi espacio, mi viento,
mis ansias, mi cuerpo,
y todo lo que hay en mí, ¡cómo lo siento!
Y no pienses en mis problemas,
en el dolo, las estratagemas
que me afligen y condenan;
se trata de ti y tus dilemas.
Desfógate, y que la desmesura de tu furia
desaparezca la oscuridad de los días
que te atormentan, al dejarme
cobijarte con atención, el devenir de tus faenas.
Te cedo mi hombro, deja afuera el llanto;
el ruido que tu desencanto
hace, cuando rehuye a tu canto
que me arropa... con su manto.
6 ago 2017
Ha muerto
Ha muerto.
Envuelto en silencios,
ausente de aspavientos;
ensimismado en su lecho,
no puede escuchar el traqueteo de sus latidos
entregándose al viento.
Ha muerto.
Ahora viajan sus recuerdos,
su ausencia, su dolor,
viajan sin pasaporte
hasta los confines del horizonte.
Ha muerto.
Sin decirme nada.
Ennegreció la luz de sus ojos
que hace mucho habían renegado
la guía de la rosa de los vientos.
Ha muerto.
Su recuerdo todavía duele.
El eco de sus pasos
que aún resuenan,
incesantes...
Ha muerto
y recién caigo en la cuenta
de que ya no volverá.
Ha muerto.
4 ago 2017
Ella llora
Ella llora, sus lágrimas
escapan a rabiar,
ella llora a cántaros,
llora y sufre, llora sin parar.
Ella llora y él la ofende,
la ofende ignorando su llanto,
ella llora y él no entiende
que ha perdido para siempre el encanto.
Ella llora, y en silencio
reclama que la vean,
ella llora y el ruido
que la rodea hace que no la vean.
Ella llora, y hoy su recuerdo,
sus lágrimas, me inundan
el corazón llenándolo de miedo,
ella llora, llora porque ya no la aman.
escapan a rabiar,
ella llora a cántaros,
llora y sufre, llora sin parar.
Ella llora y él la ofende,
la ofende ignorando su llanto,
ella llora y él no entiende
que ha perdido para siempre el encanto.
Ella llora, y en silencio
reclama que la vean,
ella llora y el ruido
que la rodea hace que no la vean.
Ella llora, y hoy su recuerdo,
sus lágrimas, me inundan
el corazón llenándolo de miedo,
ella llora, llora porque ya no la aman.
En los dominios...
En los dominios del deseo,
que a veces es anhelo,
que a veces es capricho,
nada se consuma, ¡vaya flagelo!
Te siento de mil y un formas
y en todos estos escenarios difusos,
te vistes desnuda envuelta en aromas
que me son familiares y confusos;
y todo aquello que termina
al despertar del letargo,
queda sitiado por la realidad que me domina,
ésa que me cobija cuando caigo.
que a veces es anhelo,
que a veces es capricho,
nada se consuma, ¡vaya flagelo!
Te siento de mil y un formas
y en todos estos escenarios difusos,
te vistes desnuda envuelta en aromas
que me son familiares y confusos;
y todo aquello que termina
al despertar del letargo,
queda sitiado por la realidad que me domina,
ésa que me cobija cuando caigo.
19 jul 2017
Imaginarte
Imaginarte así...
desnuda y sin armaduras
despertando del sueño
que no fue sueño: fue real;
imaginarte así
día tras día,
hasta saciar la muerte
de vida...
Imaginarte y quedarme
en la nada,
eres prosa y verso,
es tu voz que reverbera
en las paredes de mi interior,
eres tú, y alrededor no hay nada...
Imaginarte de pie
al borde de todo lo que soy,
adentrándote más y más,
imaginándome frente a ti,
imaginarte, y que no baste
decir nada.
*Marian Slugocki - Awakening
17 jul 2017
No voy a negarlo...
Antes de entregar
mi subconsciente
mi subconsciente
a las fauces de Morfeo,
vuelvo a tu imagen,
vuelvo a tu imagen,
a tu mirar, a tu voz,
a tu risa que no miente,
a tu risa que no miente,
mirando lo que otros,
tiernas criaturas, no ven.
tiernas criaturas, no ven.
Por eso te sueño,
sin forzar tu nombre,
sin forzar tu nombre,
en situaciones que me inundan de placer,
imagínate, diosa-mujer,
yo soy un hombre
yo soy un hombre
que explora al infinito el verbo querer.
Tambores
Te has convertido
en algo más
que una ilusión,
que tímida
en sus albores,
hoy resuena
como un eco,
una canción,
palpitando
al ritmo
de los tambores.
en algo más
que una ilusión,
que tímida
en sus albores,
hoy resuena
como un eco,
una canción,
palpitando
al ritmo
de los tambores.
17 jun 2017
Llueve...
Llueve a cántaros sobre el payaso difuso
que lleva consigo un globo infeliz,
llueve y el maquillaje sin uso
se difumina; llueve y llora, ha dejado de ser feliz.
Ha abandonado para siempre
el cobijo de la carpa que durante 16 años le cobijó.
Todo lo que hoy lleva consigo, es una cesta de mimbre
que dentro guarda el recuerdo de lo que tras de sí, dejó.
Llueve en su fuero interno la ausencia
del malabarismo, la prestidigitación,
las luces, el calor; la lluvia y su magnificencia
que todo lo vuelve azul y pasión.
Intenta andar y el trecho se torna perecedero,
púas que hincan sus huellas y que resuenan en el corazón,
púas con ínfulas de un dolor venidero;
llueve sobre el payaso que está perdiendo la razón.
que lleva consigo un globo infeliz,
llueve y el maquillaje sin uso
se difumina; llueve y llora, ha dejado de ser feliz.
Ha abandonado para siempre
el cobijo de la carpa que durante 16 años le cobijó.
Todo lo que hoy lleva consigo, es una cesta de mimbre
que dentro guarda el recuerdo de lo que tras de sí, dejó.
Llueve en su fuero interno la ausencia
del malabarismo, la prestidigitación,
las luces, el calor; la lluvia y su magnificencia
que todo lo vuelve azul y pasión.
Intenta andar y el trecho se torna perecedero,
púas que hincan sus huellas y que resuenan en el corazón,
púas con ínfulas de un dolor venidero;
llueve sobre el payaso que está perdiendo la razón.
Inerte
Aquí estoy, hincado frente a ti
y se me inundan los recuerdos.
Tú, tan calmo, entregado a las fauces de Morfeo,
tú, mi ángel terreno, mi fiel cancerbero.
Aquí estoy, llorando tu partida,
el vacío indeleble que dejas,
un llanto que se vuelve eco
para que retumbe hasta donde vayas.
Aquí estoy, muriéndome un poco,
te has ido, tuviste iniciativa,
ahora eres polvo, ora materia,
te extraño hijo mío, te extraño.
Aquí estoy, y espero algún día,
alguna noche, volver a verte;
aquí estoy, sufriéndote en la gradería:
aquí estoy, anhelándote porque me siento inerte.
y se me inundan los recuerdos.
Tú, tan calmo, entregado a las fauces de Morfeo,
tú, mi ángel terreno, mi fiel cancerbero.
Aquí estoy, llorando tu partida,
el vacío indeleble que dejas,
un llanto que se vuelve eco
para que retumbe hasta donde vayas.
Aquí estoy, muriéndome un poco,
te has ido, tuviste iniciativa,
ahora eres polvo, ora materia,
te extraño hijo mío, te extraño.
Aquí estoy, y espero algún día,
alguna noche, volver a verte;
aquí estoy, sufriéndote en la gradería:
aquí estoy, anhelándote porque me siento inerte.
8 jun 2017
Rendido
Soñar que despierto
colgado de una viga,
y que finalmente:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
con las venas abiertas
al filo de la cama:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
con una pistola
en la mano:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
y aún no he nacido;
soñar que muero,
porque me he rendido.
colgado de una viga,
y que finalmente:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
con las venas abiertas
al filo de la cama:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
con una pistola
en la mano:
¡ya nada importa!
Soñar que despierto
y aún no he nacido;
soñar que muero,
porque me he rendido.
27 may 2017
Boreal
He soñado que era viejo
en mi corazón que aún latía joven.
Que las aves desaprendían a volar
porque sus alas se acostumbraron
a andar la selva asfaltada,
y ya nada allá arriba, importaba.
He soñado que los recién nacidos
regían el mundo que fue concebido
para los que estaban apunto de morir,
que la vida era un anhelo que terminaba
cuando se llegaba al horizonte.
He soñado que la muerte
éramos nosotros, que olvidábamos su rostro,
por el afán de hacer más placentera
nuestra existencia sideral,
costumbre pagana de añorar, sea boreal.
en mi corazón que aún latía joven.
Que las aves desaprendían a volar
porque sus alas se acostumbraron
a andar la selva asfaltada,
y ya nada allá arriba, importaba.
He soñado que los recién nacidos
regían el mundo que fue concebido
para los que estaban apunto de morir,
que la vida era un anhelo que terminaba
cuando se llegaba al horizonte.
He soñado que la muerte
éramos nosotros, que olvidábamos su rostro,
por el afán de hacer más placentera
nuestra existencia sideral,
costumbre pagana de añorar, sea boreal.
22 may 2017
Parte de ti
Yo, lo que tengo,
es una insana obsesión de ti.
De aquel momento, hoy lejano, donde yo vengo
y desde entonces, te vi.
Yo, tengo ansias de ti,
de tenerte cerca, tan cerca que pueda sentir,
que los pájaros cantan: do, re, mi,
fa, sol, la si... cantan y bailan, bailan hasta morir.
Yo, que vivo anonadado por tu existencia
hoy invoco al viento, dejar de ser mí.
abrirme paso entre tantos, avanzar con magnificencia,
yo, lo que pido... es ser parte de ti.
es una insana obsesión de ti.
De aquel momento, hoy lejano, donde yo vengo
y desde entonces, te vi.
Yo, tengo ansias de ti,
de tenerte cerca, tan cerca que pueda sentir,
que los pájaros cantan: do, re, mi,
fa, sol, la si... cantan y bailan, bailan hasta morir.
Yo, que vivo anonadado por tu existencia
hoy invoco al viento, dejar de ser mí.
abrirme paso entre tantos, avanzar con magnificencia,
yo, lo que pido... es ser parte de ti.
16 may 2017
Imagina
Imagina que tras esa breve despedida,
cuando estás ad portas del sueño,
en el epílogo de tu día
y vas a posar tu ser sobre la cama,
milésimas antes de cerrar los ojos,
en un instante que se torna infinito:
aparezco a tu lado...
y sientes mi aliento recorriendo
los espacios de tu piel que, al sutil contacto,
se contrae en espasmos de gloria, de adicción;
mis dedos juegan a reconocer
tus puntos débiles, sensibles,
irascibles...
y mis labios se aferran a los tuyos,
nuestras lenguas entregadas a un frenesí sin parangón,
mi tacto recorriendo tu cuello,
desdibujando tus hombros,
rozando tu clavícula,
nos agitamos, vamos de cero a mil...
y llego al contorno de tus senos,
sintiendo la sensibilidad de sus formas,
tu ser contorsionándose impaciente,
mi tacto viaja irresuelto sobre tu vientre,
te veo gritando en silencio,
regalando tu ruido al viento nocturno...
y entonces tu cuerpo, que conjuga conmigo,
se entrega, y mis dedos, que se han familiarizado contigo,
llegan finalmente a la cumbre de tu encuentro; ¡el éxtasis!
Imagina...
cuando estás ad portas del sueño,
en el epílogo de tu día
y vas a posar tu ser sobre la cama,
milésimas antes de cerrar los ojos,
en un instante que se torna infinito:
aparezco a tu lado...
y sientes mi aliento recorriendo
los espacios de tu piel que, al sutil contacto,
se contrae en espasmos de gloria, de adicción;
mis dedos juegan a reconocer
tus puntos débiles, sensibles,
irascibles...
y mis labios se aferran a los tuyos,
nuestras lenguas entregadas a un frenesí sin parangón,
mi tacto recorriendo tu cuello,
desdibujando tus hombros,
rozando tu clavícula,
nos agitamos, vamos de cero a mil...
y llego al contorno de tus senos,
sintiendo la sensibilidad de sus formas,
tu ser contorsionándose impaciente,
mi tacto viaja irresuelto sobre tu vientre,
te veo gritando en silencio,
regalando tu ruido al viento nocturno...
y entonces tu cuerpo, que conjuga conmigo,
se entrega, y mis dedos, que se han familiarizado contigo,
llegan finalmente a la cumbre de tu encuentro; ¡el éxtasis!
Imagina...
13 may 2017
5 may 2017
17 abr 2017
Esta suplica...
Esta suplica, que en silencio comparto
con el ruido que el viento gentil amplificará,
llegará a ella, tarde o temprano, sin letargo;
óiganme deseando su cercanía, ¿qué me deparará?
Temo, no voy a negar la evidencia, oficial;
es el riesgo que sin aspavientos asumo.
Ella, que es única e indivisible, miel de panal,
me tiene esperando por un señal, ¡puedo ver el humo!
Por eso viajan estas palabras; expectantes e inocentes,
¡anhelan lograr el cometido! deambular su consciencia,
impregnarse del castaño de sus sienes,
de su perfume, de su aroma, de su esencia.
con el ruido que el viento gentil amplificará,
llegará a ella, tarde o temprano, sin letargo;
óiganme deseando su cercanía, ¿qué me deparará?
Temo, no voy a negar la evidencia, oficial;
es el riesgo que sin aspavientos asumo.
Ella, que es única e indivisible, miel de panal,
me tiene esperando por un señal, ¡puedo ver el humo!
Por eso viajan estas palabras; expectantes e inocentes,
¡anhelan lograr el cometido! deambular su consciencia,
impregnarse del castaño de sus sienes,
de su perfume, de su aroma, de su esencia.
14 abr 2017
Espérame...
Espérame en el umbral de tu puerta
o tras el reflejo de tu ventana,
mi rostro mirándote despierta
esperando mi compañía al lado de tu cama.
Escúchame, deja que mi voz viaje
directo y sin escalas, acompañando la cadencia
de tu corazón, en un maridaje
donde tú y yo somos parte de la misma ambivalencia.
o tras el reflejo de tu ventana,
mi rostro mirándote despierta
esperando mi compañía al lado de tu cama.
Escúchame, deja que mi voz viaje
directo y sin escalas, acompañando la cadencia
de tu corazón, en un maridaje
donde tú y yo somos parte de la misma ambivalencia.
9 abr 2017
Té de ti
Te miro. Te pregono. Te deseo. Te relajo.
Te suavizo. Te siento. Te ayudo. Te alegro.
Te pienso. Te socorro. Te anuncio. Te canto.
Te leo. Te tiento. Te reservo. Te turbo.
Te cito. Te cuido. Te reto. Te respiro.
Te juego. Te relato. Te sueño. Te correspondo.
Te atribuyo. Te aviso. Te conozco. Te apaño.
Te escribo. Te venero. Te transpiro. Te disimulo.
Te adoro. Te analizo. Te observo. Te acerco.
Te busco. Te calmo. Te escucho. Te complemento.
Te saludo. Te contemplo. Te hablo. Te redacto.
Te decepciono. Te declaro. Te recibo. Te alabo.
Te pretendo. Te describo. Te creo. Te alerto.
Te distingo. Te convoco. Te cuento. Te espero.
Te cubro. Te desafío. Te engrandezco. Te ansío.
Te admiro. Te felicito. Te confieso. Te empodero.
Te aprecio. Te apodo. Te arengo. Te necesito.
Te visualizo. Te impulso. Te tuteo. Te añejo.
Te celebro. Te aclaro. Te traslado. Te esbozo.
Te dedico. Te emociono. Te sugiero. Te noto.
Te sorprendo. Te guío. Te idealizo. Te imploro.
Te enojo. Te dedico. Te sirvo. Te incito.
Te provoco. Te incluyo. Te elogio. Te inquieto.
Te fabulo. Te ovaciono. Te manifiesto. Te ostento.
Te trato. Te nombro. Te valoro. Te parafraseo.
Te sigo. Te enfrento. Te impaciento. Te dosifico.
Te examino. Te ambiciono. Te incito. Te realzo.
Te nomino. Te argumento. Te muestro. Te oriento.
Te invoco. Te juego. Te madrugo. Te anhelo.
Te publico. Te abrigo. Te privilegio. Te obedezco.
Te miro. Te aplaudo. Te planteo. Te permito.
Te importo. Te increpo. Te palpito. Te fantaseo.
Te recomiendo. Te guardo. Te percibo. Te evoco.
Te fotografío. Te encanto. Te sonrío. Te puedo.
Te perdono.Te imito. Te aconsejo. Te rimo.
Te rezo. Te temo. Te confieso. Te quiero.
Te suavizo. Te siento. Te ayudo. Te alegro.
Te pienso. Te socorro. Te anuncio. Te canto.
Te leo. Te tiento. Te reservo. Te turbo.
Te cito. Te cuido. Te reto. Te respiro.
Te juego. Te relato. Te sueño. Te correspondo.
Te atribuyo. Te aviso. Te conozco. Te apaño.
Te escribo. Te venero. Te transpiro. Te disimulo.
Te adoro. Te analizo. Te observo. Te acerco.
Te busco. Te calmo. Te escucho. Te complemento.
Te saludo. Te contemplo. Te hablo. Te redacto.
Te decepciono. Te declaro. Te recibo. Te alabo.
Te pretendo. Te describo. Te creo. Te alerto.
Te distingo. Te convoco. Te cuento. Te espero.
Te cubro. Te desafío. Te engrandezco. Te ansío.
Te admiro. Te felicito. Te confieso. Te empodero.
Te aprecio. Te apodo. Te arengo. Te necesito.
Te visualizo. Te impulso. Te tuteo. Te añejo.
Te celebro. Te aclaro. Te traslado. Te esbozo.
Te dedico. Te emociono. Te sugiero. Te noto.
Te sorprendo. Te guío. Te idealizo. Te imploro.
Te enojo. Te dedico. Te sirvo. Te incito.
Te provoco. Te incluyo. Te elogio. Te inquieto.
Te fabulo. Te ovaciono. Te manifiesto. Te ostento.
Te trato. Te nombro. Te valoro. Te parafraseo.
Te sigo. Te enfrento. Te impaciento. Te dosifico.
Te examino. Te ambiciono. Te incito. Te realzo.
Te nomino. Te argumento. Te muestro. Te oriento.
Te invoco. Te juego. Te madrugo. Te anhelo.
Te publico. Te abrigo. Te privilegio. Te obedezco.
Te miro. Te aplaudo. Te planteo. Te permito.
Te importo. Te increpo. Te palpito. Te fantaseo.
Te recomiendo. Te guardo. Te percibo. Te evoco.
Te fotografío. Te encanto. Te sonrío. Te puedo.
Te perdono.Te imito. Te aconsejo. Te rimo.
Te rezo. Te temo. Te confieso. Te quiero.
6 abr 2017
¡Qué sería de mí!
¿Y si yo llegase a tu encuentro;
si sostuviese tus manos,
si correspondieses mis besos;
si pudiese disfrutar de las castañas
que bañan tus cabellos;
si pudiese alimentarme de ti
como un hombre hambriento?
¿Qué sería de mí?
¿Y si yo le cantase al viento
loas, poemas que siento;
si apuntase tu nombre en un diario
íntimo que hago público
para contrarrestar el ruido ajeno del tiempo?
¿Qué sería de mí?
¿Y si lograse conquistar tu feudo;
si te contase al oído todo lo que tiento,
si volviese el tiempo atrás y aprovechase
el espacio compartido;
si confundiese amistad con sentimientos?
¡¿Qué sería de mí?!
si sostuviese tus manos,
si correspondieses mis besos;
si pudiese disfrutar de las castañas
que bañan tus cabellos;
si pudiese alimentarme de ti
como un hombre hambriento?
¿Qué sería de mí?
¿Y si yo le cantase al viento
loas, poemas que siento;
si apuntase tu nombre en un diario
íntimo que hago público
para contrarrestar el ruido ajeno del tiempo?
¿Qué sería de mí?
¿Y si lograse conquistar tu feudo;
si te contase al oído todo lo que tiento,
si volviese el tiempo atrás y aprovechase
el espacio compartido;
si confundiese amistad con sentimientos?
¡¿Qué sería de mí?!
30 mar 2017
Tu fuego
Esta prédica tiene tu nombre,
encubierta de atención ajena,
de malas vibras de tal o cual hombre
queriendo alejarte de mí, ¡vaya faena!
Quisiera conjurarnos ¡y no puedo!
porque temo que huyas; no ser correspondido,
quedándome helado, circunspecto,
en fin: ¡un ente alado, condenado y mal herido!
Estas loas, pensamientos y visiones,
que el ritmo del viento se encargará de esparcir,
y que quizá lleguen a ti como adhesiones,
tienen la calidez de tu fuego, que no puedo extinguir,
encubierta de atención ajena,
de malas vibras de tal o cual hombre
queriendo alejarte de mí, ¡vaya faena!
Quisiera conjurarnos ¡y no puedo!
porque temo que huyas; no ser correspondido,
quedándome helado, circunspecto,
en fin: ¡un ente alado, condenado y mal herido!
Estas loas, pensamientos y visiones,
que el ritmo del viento se encargará de esparcir,
y que quizá lleguen a ti como adhesiones,
tienen la calidez de tu fuego, que no puedo extinguir,
25 mar 2017
Clava...
Clava esas uñas, tan tuyas:
prueba de salud y de enfermedad;
clávalas como puyas
en este cuerpo pagano que no le reza a ninguna deidad.
Desgarra mi carne, mi cetro, mi ser,
y llega al centro imperfecto
de este hombre que solo quiere enternecer,
morder, adormecer... que las ansias hagan efecto.
Arranca con furia desmedida
el recuerdo rezagado de una ilusión infértil,
inmadura, que no germinó, que fue consumida,
fue parida por un ente vil.
Clava, desgarra, arranca y repite...
Clava, desgarra, arranca y repite..
Clava, desgarra, arranca y repite...
prueba de salud y de enfermedad;
clávalas como puyas
en este cuerpo pagano que no le reza a ninguna deidad.
Desgarra mi carne, mi cetro, mi ser,
y llega al centro imperfecto
de este hombre que solo quiere enternecer,
morder, adormecer... que las ansias hagan efecto.
Arranca con furia desmedida
el recuerdo rezagado de una ilusión infértil,
inmadura, que no germinó, que fue consumida,
fue parida por un ente vil.
Clava, desgarra, arranca y repite...
Clava, desgarra, arranca y repite..
Clava, desgarra, arranca y repite...
24 mar 2017
Solemnidad
Esta cabellera revuelta; estos ojos
que se esconden tras gafas oscuras;
este rostro ovalado; estos labios carnosos
que anhelan aferrarse a los tuyos hasta el final de los días.
Este cuerpo delgado; esta osamenta ligera;
esta piel que no puede ocultar heridas de guerra;
esta estatura promedio, entre el otoño y la primavera,
entre la flora y la fauna que habitan la tierra.
Esta personalidad definida; este orgullo inquebrantable;
esta impaciencia; este romanticismo de antaño;
estas ansias de saciarte aunque suene desdeñable;
estas ganas de protegerte, de que nadie te haga daño.
Esta inspiración inusitada que has despertado,
y que agradezco de aquí a la eternidad;
esta canción, este poema, esta reminiscencia de ser obsesionado
con tu nombre concatenado al mio, envuelto en solemnidad.
21 mar 2017
¡Me estabas amando!
Pude conjurar en sueños,
el anhelo de poseernos,
de estar juntos,
de querernos...
Pude verte volando feliz y cautiva;
eras luz irradiando
en esta sombría vida mía:
¡me estabas amando!
el anhelo de poseernos,
de estar juntos,
de querernos...
Pude verte volando feliz y cautiva;
eras luz irradiando
en esta sombría vida mía:
¡me estabas amando!
15 mar 2017
¡Por eso callo!
Callo porque no quiero herir
tu alma, tu viento, tu cuerpo,
el silencio cómplice, el devenir
de aguardar el paso del tiempo.
La cobardía me supera con creces
¡por eso callo tu nombre esposado al mío!
y caigo en la idea de las veces
que me he sentido superfluo y vacío.
Callo porque a lo lejos,
el delirio de mi quebranto
es un cuadro perfecto donde ambos,
desnudos, nos ocultamos tras un manto.
tu alma, tu viento, tu cuerpo,
el silencio cómplice, el devenir
de aguardar el paso del tiempo.
La cobardía me supera con creces
¡por eso callo tu nombre esposado al mío!
y caigo en la idea de las veces
que me he sentido superfluo y vacío.
Callo porque a lo lejos,
el delirio de mi quebranto
es un cuadro perfecto donde ambos,
desnudos, nos ocultamos tras un manto.
14 mar 2017
Tus hebras castañas...
Tus hebras castañas...
las pienso a menudo, ¡insolente!
y pienso además, en estas ganas paganas
de hacerte mía, ¡indecente!
Tus hebras castañas...
las imagino entre mis dedos,
escurriéndose de mis palmas,
languideciendo de a pocos.
Tus hebras castañas...
objeto de estudio y veneración,
quiero observarlas en las mañanas,
tras una noche juntos, transpirando pasión.
las pienso a menudo, ¡insolente!
y pienso además, en estas ganas paganas
de hacerte mía, ¡indecente!
Tus hebras castañas...
las imagino entre mis dedos,
escurriéndose de mis palmas,
languideciendo de a pocos.
Tus hebras castañas...
objeto de estudio y veneración,
quiero observarlas en las mañanas,
tras una noche juntos, transpirando pasión.
12 mar 2017
Sin reflejos
No voy a confesar que he dejado
de visitarte en sueños, en poemas,
en canciones... abriéndome paso
entre realidades y teoremas.
De que te he visto a la distancia
departiendo, rodeada de amistades
que iluminan tu espacio con gracia,
lo que podría confundirse con mocedades.
Y he sentido tu alegría como si fuese
la mía; mendigando a lo lejos,
las migajas de una ilusión que no conoce
mi existencia mundana, sin reflejos.
de visitarte en sueños, en poemas,
en canciones... abriéndome paso
entre realidades y teoremas.
De que te he visto a la distancia
departiendo, rodeada de amistades
que iluminan tu espacio con gracia,
lo que podría confundirse con mocedades.
Y he sentido tu alegría como si fuese
la mía; mendigando a lo lejos,
las migajas de una ilusión que no conoce
mi existencia mundana, sin reflejos.
11 mar 2017
Orgullo
Un rostro: su rostro silente;
una mirada: la suya con ese poder,
con esa sonrisa tallada en mi subconsciente
haciendo calamidades por doquier.
Una voz: su voz reverberando infinita,
concatenada al embrujo insolente,
puede dar vida a un alma marchita
que toda la vida se sintió ausente.
Un cuerpo: el suyo, tan magno
e inconquistable, tan mío, tan suyo,
imaginar el roce de su mano,
de sus dedos revolviéndome el orgullo.
una mirada: la suya con ese poder,
con esa sonrisa tallada en mi subconsciente
haciendo calamidades por doquier.
Una voz: su voz reverberando infinita,
concatenada al embrujo insolente,
puede dar vida a un alma marchita
que toda la vida se sintió ausente.
Un cuerpo: el suyo, tan magno
e inconquistable, tan mío, tan suyo,
imaginar el roce de su mano,
de sus dedos revolviéndome el orgullo.
25 feb 2017
Dolor
Convengamos que hable de amor,
de rosas, de sábanas, de afectos,
de carencias, de sexo sin pudor;
convengamos que, irrefrenable, hable de los dos.
Y tú, le hables al viento
de flirteos, de sonrisas,
de ocurrencias, extasiados, sin aliento,
de ambivalencias y caricias.
Y yo, desguarnecido, en silencio,
reclame la cumbre de tu encuentro,
de tus senos, de tus muslos, de tu cabello lacio,
de este corazón que dejó de ser fragmento.
Convengamos que entre nosotros
se geste algo intenso, cual clamor
que ángeles y demonios, entre nos:
convengamos que hablemos de... dolor.
de rosas, de sábanas, de afectos,
de carencias, de sexo sin pudor;
convengamos que, irrefrenable, hable de los dos.
Y tú, le hables al viento
de flirteos, de sonrisas,
de ocurrencias, extasiados, sin aliento,
de ambivalencias y caricias.
Y yo, desguarnecido, en silencio,
reclame la cumbre de tu encuentro,
de tus senos, de tus muslos, de tu cabello lacio,
de este corazón que dejó de ser fragmento.
Convengamos que entre nosotros
se geste algo intenso, cual clamor
que ángeles y demonios, entre nos:
convengamos que hablemos de... dolor.
20 feb 2017
Incertidumbre
Pienso en sus hebras castañas
presumiendo el contacto del viento,
la postal de sus mañanas
cerniéndose sin aliento.
Pienso en la clarividencia de su piel
arropándome del invierno de la vida
que, ausente de empatía, es miel
que disfruto untar en mis comidas.
Pienso en la coloratura de su voz;
en las inflexiones, en la cadencia
cuando pronuncia mi nombre, y los dos,
cómplices, disfrutamos cumplir con la sentencia.
Pienso en su nombre esposado,
y vuelvo a esta cumbre;
recordar que no soy el ser amado:
me inunda la incertidumbre.
presumiendo el contacto del viento,
la postal de sus mañanas
cerniéndose sin aliento.
Pienso en la clarividencia de su piel
arropándome del invierno de la vida
que, ausente de empatía, es miel
que disfruto untar en mis comidas.
Pienso en la coloratura de su voz;
en las inflexiones, en la cadencia
cuando pronuncia mi nombre, y los dos,
cómplices, disfrutamos cumplir con la sentencia.
Pienso en su nombre esposado,
y vuelvo a esta cumbre;
recordar que no soy el ser amado:
me inunda la incertidumbre.
9 feb 2017
Soledad
Solitaria, es mi ciudadanía,
apátrida, esta lágrima
que brota y se desprende seca, sin guía,
apática, esta singularidad que me reclama.
Soy uno y ninguno,
errante, sin filosofía.
Soy uno y ninguno;
esta soledad infinita y baldía.
Soy adicto a la soledad, hoy,
antes, adicto a tu almohada.
Soy un monumento a la nada, me voy:
detesto esta, mi vida almidonada.
apátrida, esta lágrima
que brota y se desprende seca, sin guía,
apática, esta singularidad que me reclama.
Soy uno y ninguno,
errante, sin filosofía.
Soy uno y ninguno;
esta soledad infinita y baldía.
Soy adicto a la soledad, hoy,
antes, adicto a tu almohada.
Soy un monumento a la nada, me voy:
detesto esta, mi vida almidonada.
8 feb 2017
Achares
¡¿Quién es ese malnacido
que copa tu espacio,
un sujeto de aspecto descocido
que piensa que puede llenar el vacío
que tanto ahínco me ha costado
asentar, tras un sinfín de tertulias
afines, disímiles, de reo sin abogado,
sin juicio, acostumbrado a las pifias?!
¿Quién es y qué hace a tu lado,
acaso no sabe que de ti
me he impregnado
y él, es un simple baladí?
que copa tu espacio,
un sujeto de aspecto descocido
que piensa que puede llenar el vacío
que tanto ahínco me ha costado
asentar, tras un sinfín de tertulias
afines, disímiles, de reo sin abogado,
sin juicio, acostumbrado a las pifias?!
¿Quién es y qué hace a tu lado,
acaso no sabe que de ti
me he impregnado
y él, es un simple baladí?
Proclamación
Procrastinemos el romance,
vayamos a la acción:
tu cuerpo anhela el trance,
el mío la exaltación.
No pretendo procurarte con rosas,
mucho menos con felpas;
colocarte estas esposas,
enternecer tus piernas.
Lamer tu sexo con furia,
adormecerte en la cama,
este deseo de un paria
que a los cuatro vientos te proclama.
vayamos a la acción:
tu cuerpo anhela el trance,
el mío la exaltación.
No pretendo procurarte con rosas,
mucho menos con felpas;
colocarte estas esposas,
enternecer tus piernas.
Lamer tu sexo con furia,
adormecerte en la cama,
este deseo de un paria
que a los cuatro vientos te proclama.
Reverencia
Duerme conmigo, hoy, mañana y pasado,
que en mis sueños revelo
tu nombre atado al mío,
y tu ausencia me tiene en desvelo.
Arrecuesta tu cuerpo aquí,
en este espacio que es tuyo,
reservado para que así
no sientas que pierdes el orgullo.
Permite que cubra tu desnudez
con caricias paganas,
para que sientas la inmediatez
de mi cuerpo que arde en llamas.
Duerme conmigo, siente al ser amado
que ha transformado tu esencia
en inspiración; duerme conmigo que has calado
hondo. Duerme y permite esta reverencia.
que en mis sueños revelo
tu nombre atado al mío,
y tu ausencia me tiene en desvelo.
Arrecuesta tu cuerpo aquí,
en este espacio que es tuyo,
reservado para que así
no sientas que pierdes el orgullo.
Permite que cubra tu desnudez
con caricias paganas,
para que sientas la inmediatez
de mi cuerpo que arde en llamas.
Duerme conmigo, siente al ser amado
que ha transformado tu esencia
en inspiración; duerme conmigo que has calado
hondo. Duerme y permite esta reverencia.
Es...
Es agradable descubrir,
conforme el río sigue su cauce,
que ella no teme abrir
el baúl de efectos que la ponen en trance.
Desnuda su alma,
goteándome lo que ha vivido
de a pocos; nunca pierde la calma,
ello me agrada, transpira mi libido.
La confianza que se cierne
sobre nosotros, es un manto
que cubre inexorablemente su mente,
todo lo que ella dice se vuelve canto.
Ella es un brío de aire fresco
que embadurna mi espacio
con su fragancia sin parentesco,
sin cansancio.
conforme el río sigue su cauce,
que ella no teme abrir
el baúl de efectos que la ponen en trance.
Desnuda su alma,
goteándome lo que ha vivido
de a pocos; nunca pierde la calma,
ello me agrada, transpira mi libido.
La confianza que se cierne
sobre nosotros, es un manto
que cubre inexorablemente su mente,
todo lo que ella dice se vuelve canto.
Ella es un brío de aire fresco
que embadurna mi espacio
con su fragancia sin parentesco,
sin cansancio.
¿Te puedo querer?
Eres ella. Con todas tus taras
existenciales de diosa terrena,
que esconde tras sus miles de caras,
el miedo irracional a sentir pena.
Eres ella. Con tus ansias, tu deseo;
es tu cuerpo, un templo,
la adoración, las veces que veo,
te imagino y te contemplo.
Eres ella. Con tus dilemas,
tu filosofía de niña-mujer,
tu verbo pretérito, sin gemas:
eres ella, ¿te puedo querer?
existenciales de diosa terrena,
que esconde tras sus miles de caras,
el miedo irracional a sentir pena.
Eres ella. Con tus ansias, tu deseo;
es tu cuerpo, un templo,
la adoración, las veces que veo,
te imagino y te contemplo.
Eres ella. Con tus dilemas,
tu filosofía de niña-mujer,
tu verbo pretérito, sin gemas:
eres ella, ¿te puedo querer?
Deseo
Deseo convertido en obsesión;
ella juega conmigo al amor.
Lleva un tiempo haciéndome oír esa canción
que habla de nosotros sin estupor.
Deseo transformado en indirectas
que desciframos a la par:
lo nuestro es una religión sin sectas,
un manual específico para amar.
ella juega conmigo al amor.
Lleva un tiempo haciéndome oír esa canción
que habla de nosotros sin estupor.
Deseo transformado en indirectas
que desciframos a la par:
lo nuestro es una religión sin sectas,
un manual específico para amar.
Confesión
[De]tras de una mujer hermosa
hay un hombre plebeyo
velando su nombre de buena moza,
oculto tras bambalinas, soy yo.
No suele demostrar afecto,
lágrimas, espanto o compasión,
no esperes que sea indirecto,
culpa a la lírica transformada en canción.
Está al corriente de los avatares
que le atormentan;
es culpa de los bares,
eso es lo que comentan.
[De]tras de una mujer virtuosa,
hay un hombre mediocre
deseando dibujar su cuerpo de diosa
en un mural pintado de ocre.
No hay consuelo si ella es esquiva,
lo sé, ser insistente no es bello,
empero es que ella irradia vida
y estoy muriendo tras bambalinas, soy yo.
¡Estamos vivos!
Si ella supiera que la pienso,
aun cuando hablamos de todo,
hablamos de nada, la pienso
irrefrenable y sin modo.
Si ella supiera que antes de dormir
visito su imagen, su rostro,
la ternura de sus ojos que al partir
hacia los míos, se tornan nuestros.
Si ella supiera que nos imagino
tan próximos, tan íntimos,
protagonizando un clamor divino:
estamos juntos... ¡estamos vivos!
aun cuando hablamos de todo,
hablamos de nada, la pienso
irrefrenable y sin modo.
Si ella supiera que antes de dormir
visito su imagen, su rostro,
la ternura de sus ojos que al partir
hacia los míos, se tornan nuestros.
Si ella supiera que nos imagino
tan próximos, tan íntimos,
protagonizando un clamor divino:
estamos juntos... ¡estamos vivos!
Tu cuerpo en la cama
Estoy ad portas del sueño,
y vuelvo a tu esencia,
en esta almohada de niño
que hoy, es todo carencia.
Estoy ad portas del sueño,
recordando tus desmayos oníricos,
protegida por un manto de cariño
que hoy, está hecha añicos.
Estoy ad portas del sueño,
y tu cuerpo tibio, transpira de deseo,
me buscas a tientas, eres ensueño,
que hoy es mitología, es Perseo.
y vuelvo a tu esencia,
en esta almohada de niño
que hoy, es todo carencia.
Estoy ad portas del sueño,
recordando tus desmayos oníricos,
protegida por un manto de cariño
que hoy, está hecha añicos.
Estoy ad portas del sueño,
y tu cuerpo tibio, transpira de deseo,
me buscas a tientas, eres ensueño,
que hoy es mitología, es Perseo.
Nos
Nos cruzamos y tu mirar me apresó
de lleno. Sentí cómo me desnudabas
desde los cabellos hasta las uñas,
me desnudabas sellándolo con un beso.
Yo que andaba en movimiento
me detuve embobado mirándote mirarme,
tuve que detenerme, respirar y calmarme,
agitado, sorprendido y sin aliento.
Tu hechizo de mujer causó estragos
en mi ser, que te imaginó velando
mis sueños, siendo la voz de mando
guiándome como recuerdos vagos.
Nos cruzamos y yo te sentí
cercana a pesar de la lejanía;
nos cruzamos, aún era de día,
día que tornó una ilusión en ti.
de lleno. Sentí cómo me desnudabas
desde los cabellos hasta las uñas,
me desnudabas sellándolo con un beso.
Yo que andaba en movimiento
me detuve embobado mirándote mirarme,
tuve que detenerme, respirar y calmarme,
agitado, sorprendido y sin aliento.
Tu hechizo de mujer causó estragos
en mi ser, que te imaginó velando
mis sueños, siendo la voz de mando
guiándome como recuerdos vagos.
Nos cruzamos y yo te sentí
cercana a pesar de la lejanía;
nos cruzamos, aún era de día,
día que tornó una ilusión en ti.
Alé
Aléjate. Tu sola presencia
de mujer ingenua con mirada indulgente,
ha cautivado mi psique, mi esencia.
Aléjate. Tú y toda la gente.
Aléjate. Tu cuerpo desnudo
apresó un sueño taciturno
que se escapó de mi subconsciente, mudo,
y se aferró a ti sin turno.
Aléjate. Eres nobleza, belleza,
ingenuidad, inocente en este juicio
coyuntural. Eres mi presa,
soy culpable y tú eres mi vicio.
Aléjate. Tu nombre, tu apellido.
Tu risa, tu llanto.
Aléjate. El anhelo es un pedido
que le hago al viento y se vuelve canto.
de mujer ingenua con mirada indulgente,
ha cautivado mi psique, mi esencia.
Aléjate. Tú y toda la gente.
Aléjate. Tu cuerpo desnudo
apresó un sueño taciturno
que se escapó de mi subconsciente, mudo,
y se aferró a ti sin turno.
Aléjate. Eres nobleza, belleza,
ingenuidad, inocente en este juicio
coyuntural. Eres mi presa,
soy culpable y tú eres mi vicio.
Aléjate. Tu nombre, tu apellido.
Tu risa, tu llanto.
Aléjate. El anhelo es un pedido
que le hago al viento y se vuelve canto.
Me miras...
Me miras, y tus ojos
esconden un visible deseo lascivo,
que desnuda el mutismo de mi voz
gritando el amor esquivo
que he dejado de sentir
hace, vaya a saber cuánto,
sentimiento que nació para morir
encerrado en el lecho de un cuarto.
Tus pupilas tornándose carmesí
reflejan, surrealistas, el contorno de mi ser,
sorprendido por el anhelado "sí"
que las campanas darán al atardecer,
cuando tu cuerpo y el mío
crucen el umbral hacia el futuro:
futuro que tus ojos y los míos
rubricarán nuestros nombres en un muro.
Me miras y tus ojos,
nuestros ojos, reflejan lo que quiero,
lo que quieres: mis ojos
diciéndote te quiero.
esconden un visible deseo lascivo,
que desnuda el mutismo de mi voz
gritando el amor esquivo
que he dejado de sentir
hace, vaya a saber cuánto,
sentimiento que nació para morir
encerrado en el lecho de un cuarto.
Tus pupilas tornándose carmesí
reflejan, surrealistas, el contorno de mi ser,
sorprendido por el anhelado "sí"
que las campanas darán al atardecer,
cuando tu cuerpo y el mío
crucen el umbral hacia el futuro:
futuro que tus ojos y los míos
rubricarán nuestros nombres en un muro.
Me miras y tus ojos,
nuestros ojos, reflejan lo que quiero,
lo que quieres: mis ojos
diciéndote te quiero.
Defensiva
Si hay algo que extraño,
más todavía que su sola presencia,
es la volatilidad de su esencia
que se abría paso haciéndole daño.
Ella, genéticamente predispuesta
a la melancolía sentimental;
ella que era una aurora boreal
que se apagaba de fiesta...
seguro hoy, carga consigo, depresiva,
esa marca de agua, tan suya,
emociones que penetran como puyas
y la tienen siempre a la defensiva.
más todavía que su sola presencia,
es la volatilidad de su esencia
que se abría paso haciéndole daño.
Ella, genéticamente predispuesta
a la melancolía sentimental;
ella que era una aurora boreal
que se apagaba de fiesta...
seguro hoy, carga consigo, depresiva,
esa marca de agua, tan suya,
emociones que penetran como puyas
y la tienen siempre a la defensiva.
Marasmo
Aquí me tienes: impávido,
inmóvil, inerte;
aquí me tienes: inválido,
silente, sin vientre.
Aquí me tienes: recluido,
circunspecto, irrisible;
aquí me tienes: diluido,
ausente, invisible.
Aquí me tienes: cansino,
expectante, confundido;
aquí me tienes: alcalino,
impertérrito, perdido.
inmóvil, inerte;
aquí me tienes: inválido,
silente, sin vientre.
Aquí me tienes: recluido,
circunspecto, irrisible;
aquí me tienes: diluido,
ausente, invisible.
Aquí me tienes: cansino,
expectante, confundido;
aquí me tienes: alcalino,
impertérrito, perdido.
He llorado
He llorado una lágrima en tu nombre,
fatigado por el recuerdo que no calla
y se alimenta de ella, ¡cuánta hambre!
esperando que algún día se vaya.
He llorado y enjuagado
las visiones que tengo de ti,
siendo uno, siendo amado,
tú, mi leimotiv.
He llorado en mi fuero interno,
un dolor, uno de cientos,
que me aquejan desde el vientre materno,
un dolor guiado por la rosa de los vientos.
He llorado, sí...
He llorado en tu nombre.
He llorado, vaya que sí...
He llorado: soy un hombre.
fatigado por el recuerdo que no calla
y se alimenta de ella, ¡cuánta hambre!
esperando que algún día se vaya.
He llorado y enjuagado
las visiones que tengo de ti,
siendo uno, siendo amado,
tú, mi leimotiv.
He llorado en mi fuero interno,
un dolor, uno de cientos,
que me aquejan desde el vientre materno,
un dolor guiado por la rosa de los vientos.
He llorado, sí...
He llorado en tu nombre.
He llorado, vaya que sí...
He llorado: soy un hombre.
Daño
Extraño el desastre
que significaba su personalidad
volátil, melancólica, sin deidad,
la confusión de estar feliz y triste.
De querer apasionadamente algo,
para después desapasionarse
por completo, de martirizarse
naturalmente sin encargo.
Porque exteriorizaba erróneamente
sus emociones: caudal de canciones,
indirectas y palabras sin pasiones;
interiorizaba lo bueno indistintamente.
Extraño, es extraño,
extrañar éso de ella:
éso que mella
en uno, y más te hace daño.
que significaba su personalidad
volátil, melancólica, sin deidad,
la confusión de estar feliz y triste.
De querer apasionadamente algo,
para después desapasionarse
por completo, de martirizarse
naturalmente sin encargo.
Porque exteriorizaba erróneamente
sus emociones: caudal de canciones,
indirectas y palabras sin pasiones;
interiorizaba lo bueno indistintamente.
Extraño, es extraño,
extrañar éso de ella:
éso que mella
en uno, y más te hace daño.
¿Se puede?
Déjame navegar tu todo, tu parte,
aprovechar el ruido del viento,
este viento feroz y redundante
que me atrajo hasta a ti, para desearte...
aprovechar el ruido del viento,
este viento feroz y redundante
que me atrajo hasta a ti, para desearte...
Vanidosa
Suave es el vaivén
de esa extraña y solitaria mujer
montada en el columpio, ¿la ven?
es ella, su cuerpo, quererla es querer.
Suave, se agitan sus cabellos
al ritmo de esta mañana ventosa,
taciturna, cantan todos, todos ellos:
las aves, el invierno y la lluvia vanidosa.
de esa extraña y solitaria mujer
montada en el columpio, ¿la ven?
es ella, su cuerpo, quererla es querer.
Suave, se agitan sus cabellos
al ritmo de esta mañana ventosa,
taciturna, cantan todos, todos ellos:
las aves, el invierno y la lluvia vanidosa.
Encerrados
Encerrados entre cuatro paredes
te veo convaleciente, aturdida,
clamando por mi ayuda, ¡las veces!
recojo tus cabellos, quedas dormida.
Luego despiertas arropándote en mi pecho
y vociferas resuelta por ayuda, ¡otra vez!
rozo tu rostro, lo admito, aprovecho,
te veo indefensa, sin abogado, sin juez.
Molesta contigo misma, enjuagas tus ojos
y tu mirar me trastoca como nunca;
este mar de lagrimales, que juntos bebimos,
susurro en tu oído, cojo tu nuca.
Quedas de espalda a mí,
el contorno de tu cuerpo conjuga conmigo,
siento tu cuerpo en mí,
ahora soy yo el que queda dormido.
Despierto, e instintivamente mi mano
viaja resuelta sobre tu vientre,
te retuerces, gimes y posas tu mano,
guiándome, ¡gritas! aullido estridente.
Es un instante, y vaya que lo fue,
empero mi tacto conquista tu feudo;
te giro, exhalo, resuelves mirarme, lo sé,
te miro, exhalas, tiemblo de miedo.
Tus latidos galopando
en la sabana de este corazón infértil,
ilusionado por el momento, me siento agazapado,
perdonas el atrevimiento, esta sensación pueril.
De esto, ni una palabra, expones,
y apresas con tu labios, reforzando
el momento, mis labios infelices
que finalmente... te están probando.
te veo convaleciente, aturdida,
clamando por mi ayuda, ¡las veces!
recojo tus cabellos, quedas dormida.
Luego despiertas arropándote en mi pecho
y vociferas resuelta por ayuda, ¡otra vez!
rozo tu rostro, lo admito, aprovecho,
te veo indefensa, sin abogado, sin juez.
Molesta contigo misma, enjuagas tus ojos
y tu mirar me trastoca como nunca;
este mar de lagrimales, que juntos bebimos,
susurro en tu oído, cojo tu nuca.
Quedas de espalda a mí,
el contorno de tu cuerpo conjuga conmigo,
siento tu cuerpo en mí,
ahora soy yo el que queda dormido.
Despierto, e instintivamente mi mano
viaja resuelta sobre tu vientre,
te retuerces, gimes y posas tu mano,
guiándome, ¡gritas! aullido estridente.
Es un instante, y vaya que lo fue,
empero mi tacto conquista tu feudo;
te giro, exhalo, resuelves mirarme, lo sé,
te miro, exhalas, tiemblo de miedo.
Tus latidos galopando
en la sabana de este corazón infértil,
ilusionado por el momento, me siento agazapado,
perdonas el atrevimiento, esta sensación pueril.
De esto, ni una palabra, expones,
y apresas con tu labios, reforzando
el momento, mis labios infelices
que finalmente... te están probando.
Soñarle
Soñarle, como le sueño,
inconsciente, entregado al cauce
onírico; rememorar su cuerpo sin dueño,
este cuerpo, mi cuerpo, su goce, mi goce.
Soñarle, la puesta, las escenas
difusas, surrealistas, animalista,
sentir que ella es mi mecenas,
mi mantra, mi todo: primera en la lista.
Soñarle, y saberme en un sueño
auspiciado por el subconsciente;
soñarle huérfana, sin dueño,
transpirar de miedo porque ella no siente.
inconsciente, entregado al cauce
onírico; rememorar su cuerpo sin dueño,
este cuerpo, mi cuerpo, su goce, mi goce.
Soñarle, la puesta, las escenas
difusas, surrealistas, animalista,
sentir que ella es mi mecenas,
mi mantra, mi todo: primera en la lista.
Soñarle, y saberme en un sueño
auspiciado por el subconsciente;
soñarle huérfana, sin dueño,
transpirar de miedo porque ella no siente.
Flagelo
Su cuerpo desnudo, bajo las sábanas
dibuja, absuelta de huesos,
ángeles en el lecho, fotogramas,
seres alados, enamorados.
Ella sonríe al cielo, su sexo exquisito,
puedo saborear su pH bajo este velo
que extiendo hasta el infinito,
sonríe, sonrío... amor y flagelo.
Su cuerpo, mi cuerpo, bajo las sábanas,
tatúan inmortales, en esta cama,
la rudeza, la pasión, sensaciones hermanas,
es este fuego fatuo que no se apaga.
Sonreímos, mirándonos inocentes;
toco el contorno de sus labios, su pelo
que cubre su rostro, sus sienes,
su dolor, el mío... amor y flagelo.
dibuja, absuelta de huesos,
ángeles en el lecho, fotogramas,
seres alados, enamorados.
Ella sonríe al cielo, su sexo exquisito,
puedo saborear su pH bajo este velo
que extiendo hasta el infinito,
sonríe, sonrío... amor y flagelo.
Su cuerpo, mi cuerpo, bajo las sábanas,
tatúan inmortales, en esta cama,
la rudeza, la pasión, sensaciones hermanas,
es este fuego fatuo que no se apaga.
Sonreímos, mirándonos inocentes;
toco el contorno de sus labios, su pelo
que cubre su rostro, sus sienes,
su dolor, el mío... amor y flagelo.
Cama
Cuando la conocí, vestía de noche,
ahora viste de carnaval,
su vida es un derroche,
su autoestima es un vendaval.
Cuando la conocí, en los albores
de una década previa al sedentarismo,
ella se entregaba a las pasiones
con fluidez, ahuyentaba temores sin atisbo.
Cuando la conocí, presumió del desamor
que desapareció para siempre
la confianza, convertida en dolor,
irradiaba iridiscente, sin lumbre.
Cuando la conocí, yo me desconocía;
vivía atado a ella, aún no lo sabía.
Me conocí y ella me desamaba,
le ví abandonarme, quedándome al borde la cama.
ahora viste de carnaval,
su vida es un derroche,
su autoestima es un vendaval.
Cuando la conocí, en los albores
de una década previa al sedentarismo,
ella se entregaba a las pasiones
con fluidez, ahuyentaba temores sin atisbo.
Cuando la conocí, presumió del desamor
que desapareció para siempre
la confianza, convertida en dolor,
irradiaba iridiscente, sin lumbre.
Cuando la conocí, yo me desconocía;
vivía atado a ella, aún no lo sabía.
Me conocí y ella me desamaba,
le ví abandonarme, quedándome al borde la cama.
¡Salud!
... por esas promesas hechas con avidez,
tras largas jornadas de sexo desenfrenado,
donde el raciocinio queda de lado
abriendo un resquicio a la estupidez.
... por esos finales, que unos imaginan
cinematográficos en el fuero interno
y acaban siendo banales, enciman
excusas, que importan un cuerno.
... por esas verdades dichas a medias,
cobijadas en loas superficiales;
andan dispersas y huérfanas
predestinadas a cruentos finales.
... por esos anhelos dichos a media voz,
gestados en pareja. Por ti, que ya no estás,
por mí, que sigo aquí. por nos...
¡salud! y perdón por las molestias.
tras largas jornadas de sexo desenfrenado,
donde el raciocinio queda de lado
abriendo un resquicio a la estupidez.
... por esos finales, que unos imaginan
cinematográficos en el fuero interno
y acaban siendo banales, enciman
excusas, que importan un cuerno.
... por esas verdades dichas a medias,
cobijadas en loas superficiales;
andan dispersas y huérfanas
predestinadas a cruentos finales.
... por esos anhelos dichos a media voz,
gestados en pareja. Por ti, que ya no estás,
por mí, que sigo aquí. por nos...
¡salud! y perdón por las molestias.
Sin nudos
Cuando atravesó el umbral,
perdió la coraza a la que tanto se aferró,
su vulnerabilidad de cal
me aprehendió.
Dejó caer el manto virginal
que la vestía, y sus lágrimas tibias
me sabían a gloria clerical
que resbalaban por sus mejillas.
La despojé de todo: la aproveché
y me unté de su inocencia pueril,
de la estrechez de su fuente, ¡palidece!
ella llora a mares, fui un ente vil.
Y la evoco hoy, oscura invernal,
porque su cuerpo desnudo,
ese grato souvenir que fue mío, fue carnal,
hoy, reverbera sin nudos.
perdió la coraza a la que tanto se aferró,
su vulnerabilidad de cal
me aprehendió.
Dejó caer el manto virginal
que la vestía, y sus lágrimas tibias
me sabían a gloria clerical
que resbalaban por sus mejillas.
La despojé de todo: la aproveché
y me unté de su inocencia pueril,
de la estrechez de su fuente, ¡palidece!
ella llora a mares, fui un ente vil.
Y la evoco hoy, oscura invernal,
porque su cuerpo desnudo,
ese grato souvenir que fue mío, fue carnal,
hoy, reverbera sin nudos.
He plantado...
He plantado en el centro del jardín
de tu indiferencia, un rosal abundante
de espinas dolorosas; sentimiento ruin
que las alimenta de un tiempo a esta parte.
Esta plantación es un homenaje
a lo que fuimos alguna vez;
un todo, un engranaje
que aceitábamos mes a mes.
Rosas revestidas de noche,
representando la oscuridad de tu sin razón,
de tu odio, de tu huida, tu reproche
y el vuelco de la furia de innoble corazón.
He podado una rosa en tu nombre
y aún late en mis manos, ¡vaya goce!
sangra y sufre: ¡soy un hombre!
que estuvo enamorado de tu roce.
de tu indiferencia, un rosal abundante
de espinas dolorosas; sentimiento ruin
que las alimenta de un tiempo a esta parte.
Esta plantación es un homenaje
a lo que fuimos alguna vez;
un todo, un engranaje
que aceitábamos mes a mes.
Rosas revestidas de noche,
representando la oscuridad de tu sin razón,
de tu odio, de tu huida, tu reproche
y el vuelco de la furia de innoble corazón.
He podado una rosa en tu nombre
y aún late en mis manos, ¡vaya goce!
sangra y sufre: ¡soy un hombre!
que estuvo enamorado de tu roce.
Humildad
Dos mujeres me hicieron frente,
tarde, muy tarde, casi de noche.
Vociferaron al aire, una leyó mi mente,
señaló este hoyo y lo cubrió con un parche.
Estas mujeres, que vestían multicolores,
jóvenes y tersas, me ataron con sus manos
y cargaron conmigo sus pasiones,
pararon el sangrado y dijeron adiós.
Me sentí volar, luego extrañado:
¿quiénes son estas mujeres
que me abordaron, cual ser amado,
y me convencieron con sus quehaceres?
Dos mujeres me abordaron,
quizá en sueños, quizá en realidad,
pero algo consiguieron,
y lo digo con humildad.
tarde, muy tarde, casi de noche.
Vociferaron al aire, una leyó mi mente,
señaló este hoyo y lo cubrió con un parche.
Estas mujeres, que vestían multicolores,
jóvenes y tersas, me ataron con sus manos
y cargaron conmigo sus pasiones,
pararon el sangrado y dijeron adiós.
Me sentí volar, luego extrañado:
¿quiénes son estas mujeres
que me abordaron, cual ser amado,
y me convencieron con sus quehaceres?
Dos mujeres me abordaron,
quizá en sueños, quizá en realidad,
pero algo consiguieron,
y lo digo con humildad.
Eufemismos
Tengo unas ganas dantescas
de morir, aquí, de pie frente al espejo;
de morir en un instante resuelto en orgías
que perduren hasta quedar perplejo.
Tengo unas ganas tremendas
de morir, y no es de ahora,
hace tanto que revolotean , ideas,
sensaciones difusas que enamoran.
Tengo unas ganas minúsculas
de vivir, así, enfrascado en existencialismos
superfluos, peroran las loas
intentando convencerme con eufemismos.
de morir, aquí, de pie frente al espejo;
de morir en un instante resuelto en orgías
que perduren hasta quedar perplejo.
Tengo unas ganas tremendas
de morir, y no es de ahora,
hace tanto que revolotean , ideas,
sensaciones difusas que enamoran.
Tengo unas ganas minúsculas
de vivir, así, enfrascado en existencialismos
superfluos, peroran las loas
intentando convencerme con eufemismos.
A pesar de los daños
Fue un veintinueve,
quizá jueves, ¡cómo me dueles!
todavía me trastoca, me conmueve
recordarte vestida de nieve.
Esperando al invierno,
una noche otoñal...
cómo ansiaba tu verbo,
tu sexo, tu aura virginal.
El tiempo se acortaba,
el péndulo en contra,
su cuerpo tan próximo, ¡calaba!
sus latidos galopantes, mi mantra.
Fue un veintinueve,
quizá jueves, ¡hace seis años!
hoy me conmueve
saber que eras tú, a pesar de los daños.
quizá jueves, ¡cómo me dueles!
todavía me trastoca, me conmueve
recordarte vestida de nieve.
Esperando al invierno,
una noche otoñal...
cómo ansiaba tu verbo,
tu sexo, tu aura virginal.
El tiempo se acortaba,
el péndulo en contra,
su cuerpo tan próximo, ¡calaba!
sus latidos galopantes, mi mantra.
Fue un veintinueve,
quizá jueves, ¡hace seis años!
hoy me conmueve
saber que eras tú, a pesar de los daños.
Lodo
He visto en sueños, una mujer
de cabellos carmines
deshojando pétalos, dejándolos caer
sobre cenizas infelices...
que arden, formando una pila
de ubérrimos recuerdos llenos de dolor;
el azul que la envuelve me obnubila,
me ciega, la observo y muero de amor.
No sé su nombre, su procedencia,
el rango que sus alas presumen al vuelo,
ni mucho menos si ha perdido la inocencia,
He soñado esta mujer, que es un anhelo.
He dormido el sueño de una mujer
de cabellos carmines, deshojándolo todo.
He despertado soñando con su ser
y estoy aquí, regocijándome en lodo.
de cabellos carmines
deshojando pétalos, dejándolos caer
sobre cenizas infelices...
que arden, formando una pila
de ubérrimos recuerdos llenos de dolor;
el azul que la envuelve me obnubila,
me ciega, la observo y muero de amor.
No sé su nombre, su procedencia,
el rango que sus alas presumen al vuelo,
ni mucho menos si ha perdido la inocencia,
He soñado esta mujer, que es un anhelo.
He dormido el sueño de una mujer
de cabellos carmines, deshojándolo todo.
He despertado soñando con su ser
y estoy aquí, regocijándome en lodo.
Me pregunto
¿Qué coloratura tiene tu mirar
cuando ella besa tus labios íntimos?
¿Gimes apenas, o lo que quieres es gritar
y sentirte parte de sus juegos?
¿Qué coloratura adquiere tu cuerpo
cuando ella posa su tacto, su orgullo
y tu dermis se adormece, a destiempo
y el pH de sus carmines roza tu cuello?
cuando ella besa tus labios íntimos?
¿Gimes apenas, o lo que quieres es gritar
y sentirte parte de sus juegos?
¿Qué coloratura adquiere tu cuerpo
cuando ella posa su tacto, su orgullo
y tu dermis se adormece, a destiempo
y el pH de sus carmines roza tu cuello?
Deambula...
Deambula el ánima, trote lento, su recuerdo
en este cuarto vacío,
en esta almohada donde poso
este rostro que una vez se untó de su rocío.
Me mira; rígida, cruel y vacía,
atormentado al evocarla
en frases trilladas que en su día
significaron todo, significaron nada.
Deambula su cuerpo desnudo, abierto,
ausente de soltura y extroversión,
su figura se esconde del viento
que circula en su máxima expresión.
Me mira, otra vez, y ríe, perversa,
porque sabe algo, ahora lo sé,
algo que intuí a la fuerza
y confirmé cuando en exceso la besé.
Deambula nuestro recuerdo, inocente,
impermeable, planificando el devenir
que será funesto, trágico, triste,
y que en las madrugadas nos hará sufrir.
en este cuarto vacío,
en esta almohada donde poso
este rostro que una vez se untó de su rocío.
Me mira; rígida, cruel y vacía,
atormentado al evocarla
en frases trilladas que en su día
significaron todo, significaron nada.
Deambula su cuerpo desnudo, abierto,
ausente de soltura y extroversión,
su figura se esconde del viento
que circula en su máxima expresión.
Me mira, otra vez, y ríe, perversa,
porque sabe algo, ahora lo sé,
algo que intuí a la fuerza
y confirmé cuando en exceso la besé.
Deambula nuestro recuerdo, inocente,
impermeable, planificando el devenir
que será funesto, trágico, triste,
y que en las madrugadas nos hará sufrir.
Decimales
Mujeres andando la vida,
disueltas en sueños difusos.
Mujeres como tú, alma vigía,
agotando el tiempo en intrusos.
Mujeres llorando su hombría
que subyace inerte con su feminidad.
Mujeres como tú, alma sombría,
que contemplan su reflejo, su infelicidad.
Mujeres gritando a los cuatro vientos,
adjetivando el dolor que las aflige.
Mujeres como tú, alma de cientos,
deteriorándose, volviéndose esfinge.
Mujeres viendo su marco ennegrecido,
ocultando un vasto mar de lagrimales.
Mujeres como tú, alma envejecida
que imagina la vida en decimales.
disueltas en sueños difusos.
Mujeres como tú, alma vigía,
agotando el tiempo en intrusos.
Mujeres llorando su hombría
que subyace inerte con su feminidad.
Mujeres como tú, alma sombría,
que contemplan su reflejo, su infelicidad.
Mujeres gritando a los cuatro vientos,
adjetivando el dolor que las aflige.
Mujeres como tú, alma de cientos,
deteriorándose, volviéndose esfinge.
Mujeres viendo su marco ennegrecido,
ocultando un vasto mar de lagrimales.
Mujeres como tú, alma envejecida
que imagina la vida en decimales.
De un tiempo a esta parte
De un tiempo a esta parte,
la melancolía ha decidido
quedarse y hermanarse
a este cuerpo maldecido
que intenta olvidarse,
que su aroma se ha diluido
en quimeras, para difuminarse
eternamente: ella se ha ido.
De un tiempo a esta parte,
y cada que despierto al alba
intentando olvidarle,
algo se pierde, algo se acaba;
frente al espejo, el reflejo es arte:
anhelar nuestros cuerpos
esquivos, sensaciones aparte,
destilan recuerdos...
...de un tiempo a esta parte.
la melancolía ha decidido
quedarse y hermanarse
a este cuerpo maldecido
que intenta olvidarse,
que su aroma se ha diluido
en quimeras, para difuminarse
eternamente: ella se ha ido.
De un tiempo a esta parte,
y cada que despierto al alba
intentando olvidarle,
algo se pierde, algo se acaba;
frente al espejo, el reflejo es arte:
anhelar nuestros cuerpos
esquivos, sensaciones aparte,
destilan recuerdos...
...de un tiempo a esta parte.
Ataúdes
Amar a alguien,
seguir los cánones establecidos,
fundirse a negro
y terminar en el bando de los vencidos.
Amar a destiempo,
osada movida, ausente de reciprocidad,
adorar su cuerpo
y envolverse en la mendicidad.
Amar el destino,
soportando con entereza el trayecto
absuelto de afecto:
anhelar el cuadro perfecto.
Amar sus defectos,
confundiéndolos con virtudes,
recibiendo irrisorios afectos
que he guardado, en cientos de ataúdes.
seguir los cánones establecidos,
fundirse a negro
y terminar en el bando de los vencidos.
Amar a destiempo,
osada movida, ausente de reciprocidad,
adorar su cuerpo
y envolverse en la mendicidad.
Amar el destino,
soportando con entereza el trayecto
absuelto de afecto:
anhelar el cuadro perfecto.
Amar sus defectos,
confundiéndolos con virtudes,
recibiendo irrisorios afectos
que he guardado, en cientos de ataúdes.
Mentiras
Tú eres carne, yo cañón...
Tú eres lienzo, yo pincel...
Tú eres calma, yo aluvión...
Tú eres concreto, yo cincel...
Tú eres la sangre
y yo la herida...
Tú eres verdades...
y yo mentiras.
Tú eres lienzo, yo pincel...
Tú eres calma, yo aluvión...
Tú eres concreto, yo cincel...
Tú eres la sangre
y yo la herida...
Tú eres verdades...
y yo mentiras.
Fotogramas del deseo
La veo aferrándose a la almohada;
una mano sobre su cuello enrojecido
y la otra escondida en su morada:
su monte ennegrecido.
La veo retorcerse en la cama,
su figura envuelta en sudoraciones.
Salvaje el embiste, hace una maroma,
acrecienta por dentro, sinfín de pasiones.
La veo tocándose, agresiva;
sus dedos transpiran, los llevo a mi boca.
Señala su Venus, me escudriña, lasciva;
me hundo en sus labios, su tacto me toca.
La veo resuelta, eufórica, ¡qué delicia!
me hundo, perforo, ¡la piel se me eriza!
se aferra a mi espalda, ¡avanza la milicia!
el ruido y la furia, escapan a prisa.
una mano sobre su cuello enrojecido
y la otra escondida en su morada:
su monte ennegrecido.
La veo retorcerse en la cama,
su figura envuelta en sudoraciones.
Salvaje el embiste, hace una maroma,
acrecienta por dentro, sinfín de pasiones.
La veo tocándose, agresiva;
sus dedos transpiran, los llevo a mi boca.
Señala su Venus, me escudriña, lasciva;
me hundo en sus labios, su tacto me toca.
La veo resuelta, eufórica, ¡qué delicia!
me hundo, perforo, ¡la piel se me eriza!
se aferra a mi espalda, ¡avanza la milicia!
el ruido y la furia, escapan a prisa.
Espiral
Los intérpretes, diversos,
el diálogo necio y repetitivo:
son exorbitantes los primeros besos,
luego el apasionamiento huye, fugitivo.
La congoja y la nostalgia ganan terreno,
los días y las noches, hoy se asientan;
la felicidad que hoy deshojas es veneno
que te carcome y acrecienta.
El amor que tarde se juraron, mujer amante,
hoy, y con estragos se fue a pique.
El fuego fatuo, desbordante,
hoy, delimitado por un dique.
Hay en tu voz,
un tufillo de resignación
que se adhiere a tus pasos,
que vas dando con obstinación.
¡El tiempo apremia, puedes cambiar!
esta vorágine que te sienta mal;
frustrante, recalcitrante, ¿puedes amar?
esta rutina matrimonial que se ha vuelto una espiral.
el diálogo necio y repetitivo:
son exorbitantes los primeros besos,
luego el apasionamiento huye, fugitivo.
La congoja y la nostalgia ganan terreno,
los días y las noches, hoy se asientan;
la felicidad que hoy deshojas es veneno
que te carcome y acrecienta.
El amor que tarde se juraron, mujer amante,
hoy, y con estragos se fue a pique.
El fuego fatuo, desbordante,
hoy, delimitado por un dique.
Hay en tu voz,
un tufillo de resignación
que se adhiere a tus pasos,
que vas dando con obstinación.
¡El tiempo apremia, puedes cambiar!
esta vorágine que te sienta mal;
frustrante, recalcitrante, ¿puedes amar?
esta rutina matrimonial que se ha vuelto una espiral.
Hoy
Hoy, he conocido
el rostro que copa tu felicidad,
y descubierto, entumecido,
que no hay en 'ella' ninguna rivalidad.
Hoy, he recordado una vieja rencilla
que tuvimos una tarde invernal,
donde tras verbos esquivos, tú, qué maravilla,
confesaste un episodio que anticipó el final.
Hoy, he evocado, clamor inhumano,
la sensación que me produjo
saber que besó algo más que tu mano,
y que sobrevoló lo nuestro como un embrujo.
Hoy, con el reloj dándome las doce,
después de tanto sufrimiento:
puedo mirar atrás sin sentir tu roce,
tus labios humedecidos , finalmente recuperaron su pose.
el rostro que copa tu felicidad,
y descubierto, entumecido,
que no hay en 'ella' ninguna rivalidad.
Hoy, he recordado una vieja rencilla
que tuvimos una tarde invernal,
donde tras verbos esquivos, tú, qué maravilla,
confesaste un episodio que anticipó el final.
Hoy, he evocado, clamor inhumano,
la sensación que me produjo
saber que besó algo más que tu mano,
y que sobrevoló lo nuestro como un embrujo.
Hoy, con el reloj dándome las doce,
después de tanto sufrimiento:
puedo mirar atrás sin sentir tu roce,
tus labios humedecidos , finalmente recuperaron su pose.
Preguntas
¡Qué sabes tú de dolor!,
le oí decir mientras miraba el reflejo
y noté sus largas venas llenas de amor
que sobresalían por el espejo.
En este, tu cuerpo, tu lienzo,
no hay vestigio de sufrimiento.
Tu mirar tiene un comienzo
virginal, ¡cero padecimiento!
¿Enjuagaste alguna vez
el idilio de la inexperiencia
(sufres) o solo eres un pez
flotando en una vorágine de inocencia?
¡Qué sabes tú de dolor!, dices, señalando
este músculo que bombea penurias.
¡Qué sabes!, me estás matando;
tú, que envolviste mi vida en galimatías...
...¡¿me lo preguntas?!
le oí decir mientras miraba el reflejo
y noté sus largas venas llenas de amor
que sobresalían por el espejo.
En este, tu cuerpo, tu lienzo,
no hay vestigio de sufrimiento.
Tu mirar tiene un comienzo
virginal, ¡cero padecimiento!
¿Enjuagaste alguna vez
el idilio de la inexperiencia
(sufres) o solo eres un pez
flotando en una vorágine de inocencia?
¡Qué sabes tú de dolor!, dices, señalando
este músculo que bombea penurias.
¡Qué sabes!, me estás matando;
tú, que envolviste mi vida en galimatías...
...¡¿me lo preguntas?!
Te puedo
Puedo oír tu bramido
desde aquí, viajando furioso,
culpándome, no soy más tu amigo:
un deseo sin gozo.
Puedo oírte maldiciéndome
en lenguas ajenas, difusas, ¡peroratas!
que alimentan tu odio, venciéndome;
argumentos superfluos, me matas.
Puedo oír tu llanto,
escondiéndose de la furia de tu verbo,
que me aborrece como un manto,
como antes lo hacia tu cuerpo.
Puedo oírte, ¿lo sabes?
acostumbré mi atención a tu ruido,
sentimiento carente de ropajes,
viejas sensaciones que no he perdido.
desde aquí, viajando furioso,
culpándome, no soy más tu amigo:
un deseo sin gozo.
Puedo oírte maldiciéndome
en lenguas ajenas, difusas, ¡peroratas!
que alimentan tu odio, venciéndome;
argumentos superfluos, me matas.
Puedo oír tu llanto,
escondiéndose de la furia de tu verbo,
que me aborrece como un manto,
como antes lo hacia tu cuerpo.
Puedo oírte, ¿lo sabes?
acostumbré mi atención a tu ruido,
sentimiento carente de ropajes,
viejas sensaciones que no he perdido.
A quien corresponda
A ti, que no me conoces,
te conmino a odiarme.
Hacerlo sin miramientos, sin poses,
mas no te atrevas a amarme.
A ti, que te anhelo, cual pequeño
desea un juguete, te pido que te alejes;
tengo el ánima inquieta, de niño,
lúdica, insolente, sin tejes ni manejes.
A ti, hembra de ensueño
que envuelves mi ser en tu fragancia,
olvídame, y llévate contigo este sueño
de poseernos, así, de lejos, a la distancia.
A ti, que te aclaman en mi nombre;
desconocida, ausente, rígida, prominente,
aléjame de tu vida, ¡soy un hombre!
dormitando sobre tu vientre, ser valiente.
te conmino a odiarme.
Hacerlo sin miramientos, sin poses,
mas no te atrevas a amarme.
A ti, que te anhelo, cual pequeño
desea un juguete, te pido que te alejes;
tengo el ánima inquieta, de niño,
lúdica, insolente, sin tejes ni manejes.
A ti, hembra de ensueño
que envuelves mi ser en tu fragancia,
olvídame, y llévate contigo este sueño
de poseernos, así, de lejos, a la distancia.
A ti, que te aclaman en mi nombre;
desconocida, ausente, rígida, prominente,
aléjame de tu vida, ¡soy un hombre!
dormitando sobre tu vientre, ser valiente.
Ósculo inicial
Fue un viernes teñido de recuerdos;
un veintinueve otoñal, y tú, jugabas
a escaparte de mi, de nos...
tú, risueña, niña, mujer, me arrastrabas.
Fue una tarde fundiéndose a oscuro,
rodeados de luminarias, de tantos ruidos,
mis latidos galopantes, lo juro,
se acabó el temor, somos los dos.
Fue un instante, antes de partir,
me aferré a tus labios:
¡Algo estalló dentro! No hay donde huir;
segundo eternos y luego, el adiós.
un veintinueve otoñal, y tú, jugabas
a escaparte de mi, de nos...
tú, risueña, niña, mujer, me arrastrabas.
Fue una tarde fundiéndose a oscuro,
rodeados de luminarias, de tantos ruidos,
mis latidos galopantes, lo juro,
se acabó el temor, somos los dos.
Fue un instante, antes de partir,
me aferré a tus labios:
¡Algo estalló dentro! No hay donde huir;
segundo eternos y luego, el adiós.
... y vagabundo
A través de la persiana, con el rostro
pegado al marco, arrastra el rumbo, lo veo
-costal al hombro-, de harapos y dolor profundo,
ese hombre hambriento... y vagabundo.
Lo veo a lo lejos, el ocaso de fondo,
las aves al vuelo, la inocencia riendo,
de luto absoluto, tentando sin lujo,
ese hombre padeciendo... y vagabundo.
Detiene su paso, y mira el entorno;
el parque en ebullición, inerte, meditabundo,
su mirada se pierde en un hoyo,
ese hombre sufriendo... y vagabundo.
Hurgando en la inmundicia, allí, solo;
su dolor ha trastocado mi mundo,
lo veo aferrarse a la esperanza, lloro,
ese hombre muriendo... y vagabundo.
Se me inunda la vida, ¡el desasosiego!
al verme reflejado, derruido,
sin credo, sin ego,
soy el hombre que nació derrotado... y vagabundo.
pegado al marco, arrastra el rumbo, lo veo
-costal al hombro-, de harapos y dolor profundo,
ese hombre hambriento... y vagabundo.
Lo veo a lo lejos, el ocaso de fondo,
las aves al vuelo, la inocencia riendo,
de luto absoluto, tentando sin lujo,
ese hombre padeciendo... y vagabundo.
Detiene su paso, y mira el entorno;
el parque en ebullición, inerte, meditabundo,
su mirada se pierde en un hoyo,
ese hombre sufriendo... y vagabundo.
Hurgando en la inmundicia, allí, solo;
su dolor ha trastocado mi mundo,
lo veo aferrarse a la esperanza, lloro,
ese hombre muriendo... y vagabundo.
Se me inunda la vida, ¡el desasosiego!
al verme reflejado, derruido,
sin credo, sin ego,
soy el hombre que nació derrotado... y vagabundo.
Ella ha vuelto...
Ella ha vuelto, y me quiere de vuelta,
de anhelos tácitos,
reclama que la vea
y que la cobije en mis brazos.
Ella ha vuelto, y consigo tres vidas;
tres lumbres inocentes
que nunca serán bienvenidas,
no importa sin son impacientes.
Ella ha vuelto con la vida hecha jirones,
infeliz, socavada, ausente, vacía,
ansía de mí, amor a empellones,
deseándome, dice: "día a día".
Ella ha vuelto y yo solo sé perder;
soy viento que se escurre
entre sus anhelos, anclados en el ayer,
algo que pudo y no fue...
...ella ha vuelto
y yo, ya no estoy.
de anhelos tácitos,
reclama que la vea
y que la cobije en mis brazos.
Ella ha vuelto, y consigo tres vidas;
tres lumbres inocentes
que nunca serán bienvenidas,
no importa sin son impacientes.
Ella ha vuelto con la vida hecha jirones,
infeliz, socavada, ausente, vacía,
ansía de mí, amor a empellones,
deseándome, dice: "día a día".
Ella ha vuelto y yo solo sé perder;
soy viento que se escurre
entre sus anhelos, anclados en el ayer,
algo que pudo y no fue...
...ella ha vuelto
y yo, ya no estoy.
Te veo...
Te veo y enrojezco.
Enrojezco, porque no puedo.
Puedo observarte.
Observarte y no desearte.
Desearte y querer verte.
Verte, sin enrojecerme.
Enrojecerme y no calmarme.
Te siento y desfallezco.
Desfallezco, porque quiero tocarte.
Tocarte y maltratarme.
Maltratarme humedeciéndote.
Humedeciéndote y deseándote.
Deseándote y no callándome.
Enrojezco, porque no puedo.
Puedo observarte.
Observarte y no desearte.
Desearte y querer verte.
Verte, sin enrojecerme.
Enrojecerme y no calmarme.
Te siento y desfallezco.
Desfallezco, porque quiero tocarte.
Tocarte y maltratarme.
Maltratarme humedeciéndote.
Humedeciéndote y deseándote.
Deseándote y no callándome.
Difunto
Este cadáver que yace tirado en lo más profundo,
es devorado y crujen las ramas enmarañadas sobre él;
este cadáver que ha sido devorado por el mundo,
vuelve a sí mismo sobre su hiel.
Este cadáver soterrado en la hondura del pasado,
amalgama recuerdos de barbarie y estupor;
este cadáver que pereció enamorado
de penurias, enfrascado siempre de dolor.
Este cadáver desorientado, lejos del trayecto,
reclama a Virgilio, reclama atención.
Este cadáver que en vida siempre estuvo muerto
exige ahora ser tratado con moderación.
Este cadáver que cinceló sobre el rudimentario concreto
el enigma de conocerse poco a sí mismo;
este cadáver que esculpió en su epitafio:
"siempre me hallé transitando al borde del abismo".
es devorado y crujen las ramas enmarañadas sobre él;
este cadáver que ha sido devorado por el mundo,
vuelve a sí mismo sobre su hiel.
Este cadáver soterrado en la hondura del pasado,
amalgama recuerdos de barbarie y estupor;
este cadáver que pereció enamorado
de penurias, enfrascado siempre de dolor.
Este cadáver desorientado, lejos del trayecto,
reclama a Virgilio, reclama atención.
Este cadáver que en vida siempre estuvo muerto
exige ahora ser tratado con moderación.
Este cadáver que cinceló sobre el rudimentario concreto
el enigma de conocerse poco a sí mismo;
este cadáver que esculpió en su epitafio:
"siempre me hallé transitando al borde del abismo".
Anhelo materno
Déjame forjar en estas líneas de inocencia,
el susurro de tu voz, que se esconde tras de mí,
una tersa cuna atiborrada de paciencia
está albergando lo que anhelas para mí.
Quizá no me vislumbres finales escritos con plumas de satisfacción
y a lo lejos me veas tropezando, destrozado una y otra vez,
pero aún escucho súbitamente el susurro de una canción
que evoca tus anhelos como aquella vez.
Tras los senderos de viejas añoranzas, allí, con pesadumbre
he de sofocar tus animadversiones con pasividad.
Los finales miserables que se confabularon en tu infancia
atraen ahora, a aquellos fantasmas de una antigua rivalidad,
Encuéntrenme vagabundo, apagado y sin lumbre
y, si pudiesen, aparten de mí toda fragancia,
que oculto tras una densa niebla de incertidumbres,
aun me hallo tiernamente en la lactancia.
el susurro de tu voz, que se esconde tras de mí,
una tersa cuna atiborrada de paciencia
está albergando lo que anhelas para mí.
Quizá no me vislumbres finales escritos con plumas de satisfacción
y a lo lejos me veas tropezando, destrozado una y otra vez,
pero aún escucho súbitamente el susurro de una canción
que evoca tus anhelos como aquella vez.
Tras los senderos de viejas añoranzas, allí, con pesadumbre
he de sofocar tus animadversiones con pasividad.
Los finales miserables que se confabularon en tu infancia
atraen ahora, a aquellos fantasmas de una antigua rivalidad,
Encuéntrenme vagabundo, apagado y sin lumbre
y, si pudiesen, aparten de mí toda fragancia,
que oculto tras una densa niebla de incertidumbres,
aun me hallo tiernamente en la lactancia.
Inminente
Meto la mano en este agujero y todo se pierde:
¡No siento, no hay viento, no miente!
Tengo la mano envuelta en silencios perpetuos
que viajan y llegan hasta su vientre.
Algo le late: sus líquidos, la sangre...
¿esto es mío?
¿mi sangre? ¿fluidos? ¿no late?
¿esto está vivo?
Mi tacto, sumergido en la hondura de sus fauces,
se pierde, se asienta, ¡no hay nada!
Explora, intenta, a obscuras, sin luces,
se busca, se queda y no hay nada.
Saco la mano, y este agujero enlutado
me devuelve un extremo reseco.
¿A dónde fue a parar el caudal de su deseos? ¡¿Adónde?!
Saco la mano de este, su cuerpo
y nada que diga, que haga, que miente,
salvaguarda el final, inminente.
¡No siento, no hay viento, no miente!
Tengo la mano envuelta en silencios perpetuos
que viajan y llegan hasta su vientre.
Algo le late: sus líquidos, la sangre...
¿esto es mío?
¿mi sangre? ¿fluidos? ¿no late?
¿esto está vivo?
Mi tacto, sumergido en la hondura de sus fauces,
se pierde, se asienta, ¡no hay nada!
Explora, intenta, a obscuras, sin luces,
se busca, se queda y no hay nada.
Saco la mano, y este agujero enlutado
me devuelve un extremo reseco.
¿A dónde fue a parar el caudal de su deseos? ¡¿Adónde?!
Saco la mano de este, su cuerpo
y nada que diga, que haga, que miente,
salvaguarda el final, inminente.
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