Pasará...
Algún día odiarás,
odiarás hasta la médula
y dejarás que te consuma,
te envuelva en una vorágine
incansable, inconmensurable.
Odiarás sin parangón
y entonces, te amarán,
porque tu aberrante forma de odiar
despertará la atención de los demás
que aman ese lado irracional de ti.
Porque llegará el día, quién sabe cuándo,
dónde, cómo o por qué,
pero llegará: alguien te odiará
con la misma pasión, con ahínco,
sin aspavientos.
Te odiará y lo sabrás;
se fundirán en un odio imperecedero
que los aislará de todo,
los envolverá en una burbuja impenetrable.
Y todo ese odio confluyente
se transformará en amor,
y esa sensación implosionará;
será libre, volará...
Todo a tu alrededor cambiará; tú cambiarás,
pero será muy tarde.
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